Bert Hellinger descubrió, mediante las cientos de constelaciones familiares que realizó, patrones repetitivos que hacían sufrir a las personas, de manera que haciendo ajustes en esas heridas, fue como lograban su crecimiento personal sistémico, el sufrimiento se desvanecía y retomaban su fuerza y autonomía.
De manera que para dejar de sufrir tenían que:
- Reconocer a la madre:
Tu Madre es aquella por medio de la cual llegaste a la vida. De donde te gestaste y nutriste durante nueve meses hasta que naciste vivo; probablemente te cuidó y dio lo que fue capaz según sus recursos materiales, emocionales, racionales, educativos con los que has llegado hasta donde te encuentras en la vida. Por esto ese vínculo, esa unión es y sera la más importante que has tenido y tendrás hasta el final de tus días; no habrá otro igual. Nunca vas a estar igual de cerca a otro ser humano que cuando estabas dentro de tu madre, ni siquiera con tu pareja o la persona más cercana que tengas en tu cotidianidad. Todo ser humano sin su madre está perdido. ¿Qué significa esto? Significa que cuando se ha debilitado el vínculo con la madre vas como perdido por la vida. Puedes tener una buena relación con tu mamá y aun así tener debilitado o sin fuerza el vínculo; o puedes tener muy fortalecido el vínculo pero no tener la mejor relación con ella. Es como si te movieras en dos niveles, el nivel de la relación y el nivel del vínculo, el que buscas fortalecer es el vínculo que compartes con ella independientemente de cómo haya sido la relación. Y este recorrido le exige todo a quien lo emprende, puede ser bastante difícil, confrontador, requerir mucha fuerza o determinación. Te retará a dejar de cuestionarla y criticarla, a renunciar a salvarla o compensarla. Te mostrará su humanidad y su divinidad y podrás verla en ti mismo como nunca hubieras imaginado.
Resultado positivo: cuando fortaleces ese vínculo todos los aspectos de tu vida en relación a lo femenino y lo que viene de la línea materna empiezan a fluir y a ordenarse, tales como tu cuerpo físico, tu salud, la obesidad o la delgadez, estar nutrido o desnutrido a todo nivel, los recursos, la parte económica, el dinero y las relaciones afectivas. La madre nos conecta con la vida con todo aquello que la permite y sostiene.
- Reconocer al padre:
Los padres siempre acompañan a sus hijos sin importar si están presentes o ausentes, él siempre está en el corazón de los hijos y son las madres las que necesitan incluir a ese padre en el corazón de cada uno de los hijos. El padre también les dio la vida: él participó. Las mujeres sin los hombres son estériles, sin la fecundación de ese óvulo, la vida no es posible, sin lo masculino, la vida no puede pasar a la siguiente generación.
Las consideraciones, ideas que tengamos en la mente sobre cómo debió haber sido, lo que faltó, lo que sobró, etc., son consideraciones que impiden lograr llevar esta realidad a su máxima profundidad. Tu padre, permanece en tu corazón, es decir, sin importar qué pasó en tu relación con él, o si te ha acompañado toda la vida y sigue presente o si ni siquiera lo conociste, en donde él realmente se encuentra y ha estado siempre es en tu corazón y allí es donde lo puedes encontrar, allí es donde te reconcilias y sanas tu vínculo con él. Cuando aprendas sobre tomar a la madre, reconocerás que es la madre quien te da el permiso para tomar a tu padre. Generalmente no hemos tomado a papá porque de alguna manera mamá estuvo enfrentada a él de forma explícita o implícita y entonces nuestra lealtad interna como niños pequeños es seguir de parte de la madre y en nuestro corazón rechazamos a papá. Y sigues así como el niño pequeño que por lealtad a mamá no ha tomado a papá. Pero el adulto ya puede si cambia de mirada y está dispuesto internamente a ser desleal a mamá.
Resultado positivo: Lo masculino y el padre te permite reconocer límites de aquello que te ayuda a saber de dónde vienes, a dónde vas y hasta dónde llegar, la energía del padre te permite concretar proyectos. Lo femenino incluye la creatividad y cuando necesitas poner esa creatividad en el ejercicio de algo concreto productivo son la fuerza y claridad de lo que tomas de tu padre las que te permiten aterrizarla. También te permite irte del hogar materno y avanzar hacia la adultez, hacia una nueva relación, hacia nuevos trabajos, un nuevo país, emigrar, viajar, conocer otras partes del mundo, esto gracias a la capacidad que tiene lo masculino de cortar con aquello que te impide avanzar, moverte y crecer. El padre te da fuerza de avance, de romper barreras, te da el pensamiento lógico matemático.
- Reconciliación entre hombres y mujeres:
En la sociedad, todo lo que nos pida una dinámica y la cotidianidad tener relación con los otros, cuando un grupo sexual, (sean hombres o mujeres) se ignoran, no desean acercarse, el dolor profundo comienza a aparecer, entonces la cultura donde sucede algo así está destinada a extinguirse. Cuando estamos separados, divididos, es como si estuviéramos en dos esquinas opuestas de un ring, en una lucha permanente, constante y, a la vez, sentir un anhelo profundo de encontrarse con el otro para poder encontrar a esa otra persona importante o especial con la cual compartir la vida, o simplemente de conectar con seres especiales e importantes para nosotros. Cuando ese encuentro no es posible, la vida no tiene posibilidades de pasar a la siguiente generación. Esto se debe, según al Pensamiento Sistémico, a un movimiento de lealtad a nuestros ancestros que nos somete y llevan en contra de la tan anhelada reconciliación con el otro género pues estamos librando una batalla por aquello que nuestras abuelas o bisabuelas no pudieron hacer, vivir, tener, tal vez aquellas cosas que no dijeron porque no pudieron rebelarse; y por otro lado, están los hombres que, en algunos casos, descienden de maltratadores violentos, conquistadores, tal vez violadores en ciertos contextos y que están viviendo la vergüenza de todos esos actos cometidos por sus abuelos, bisabuelos, tatarabuelos y demás ancestros. Al encontrarte con el otro, no puedes verlo porque lo estas viendo a través de los ojos de tus abuelas o abuelos y él o ella te esté viendo desde los ojos de sus abuelas o abuelos, repitiendo patrones de relaciones e historias que no tienen nada que ver contigo ni con el otro.
Resultado positivo: la reconciliación no tiene que ver con perdonar, sino con el hecho de poder ver al otro y reconocerlo tal cual como es con su historia y la historia de sus ancestros como fue, y que el otro me pueda ver de igual manera. Comienza mirando y reconociendo tu propia historia, que vienes de una historia de mujeres y hombres que fue de cierta manera, y que determina la forma en que te relacionas con las personas de tu propio sexo y del otro sexo.
- Sanar las adicciones:
Podemos ser adictos a una amplia variedad de sustancias desde las producidas por nuestro propio cuerpo como la insulina, adrenalina, dopamina, hasta sustancias químicas estimulantes o sedantes que le hacen daño al cuerpo y amenazan la vida. Ser adicto es una experiencia donde sientes que no tienes el poder o el control, en la que sientes que algo más grande que tú, domina tu vida. Las adicciones se dan cuando no has podido tomar a tu padre y estás buscando la fuerza para vivir en otra parte. Muchas veces las adicciones vienen determinandas a los miembros de un sistema familiar por más de una generación. Esto hace que para la madre sea aún más difícil entregarle un padre adicto a un hijo por miedo a que siga su camino. Si el padre es alcohólico o drogadicto, como madre no se quiere que el hijo sea como su padre y crean una barrera en la que intentan que ese hijo no se acerque, no lo conozca, no sepa o no se relacione o simplemente en su interior, en su corazón hacen un pedido: “por favor que no sea como el papá” y el hijo se queda en medio, no pudiendo tomar al padre por lealtad pero, a la vez, se molesta mucho con la madre porque no le permite tomar al padre. El adicto es una persona que básicamente está desvinculada tanto del padre como de la madre y entonces no tiene ni la energía vital ni la fuerza para salir de la adicción.
Resultado positivo: De igual manera, la fuerza para dejar la adicción, encaminarse hacia la desintoxicación y hacer el cambio de hábitos que llevan a la recuperación se origina en el mismo lugar: tomar al padre, ese el primer paso. Es importante considerar que en un proceso de desintoxicación y recuperación, no es suficiente el paso de tomar al padre, pues hay que atravesar un proceso fuerte junto con otras herramientas psicológicas, médicas, farmacológicas que vayan de la mano con el reconocimiento del padre, pues tiene efectos positivos y hace que la persona logre dejar la sustancia adictiva y tenga un cambio de vida.
- Incluir a los hermanos no nacidos:
Hay hermanos que no llegaron a la vida porque fueron abortados, fueron pérdidas espontáneas, incluso puede tratarse de un hermano gemelo o mellizo que venía en el vientre contigo y que se reabsorbió en las primeras semanas y tú fuiste el único de ellos. El hecho de que ese hermano haya muerto y no esté siendo reconocido, sumado al hecho de que seguramente el dolor de su pérdida está ahí como un duelo sin elaborar, afecta tu vida de muchas maneras, esa pérdida que está grabada en tu memoria celular y marca de forma significativa la manera cómo vives tu cotidianidad, generando conflictos, dificultades, bloqueos porque no estás ocupando tu lugar correspondiente.
Los primeros que los pueden reconocer son sus padres los que saben que estuvieron embarazados y que hubo una pérdida. Si el bebé era o no deseado genera gran impacto en la vida de sus padres. Muchas veces ni siquiera lo viven conscientemente porque para poder seguir adelante no quieren saber ni pensarlo, lo que desean es retomar su vida y se queda todo este impacto ese dolor guardado y años después emerge o aparece en forma de bloqueo emocional, laboral, económico o de salud.
Para los hermanos también es difícil incorporar la pérdida principalmente porque la mayoría no sabemos de la existencia de estos bebés no nacidos. Entonces, empezar a indagar o preguntar tampoco es fácil porque no todos los padres quieren compartir esta información. Así que no tienes que conocer las circunstancias, ni tampoco meterte en la intimidad de la vida de tus padres. Si hubo pérdidas, si alguno no llegó y en qué lugar de la línea genealógica estuvieron; tú puedes sentirlo y reconocerlo con un proceso sistémico.
Hay ocasiones en las que hermanos no nacidos, principalmente los que se encuentran inmediatamente antes o después a nosotros pueden o no estar generando lo que Hellinger llama “jalón de muerte”, es decir, que de alguna manera sientes que no estás totalmente en la vida, como si estuvieras una parte muerta en vida, ya sea de forma dramática, grave o sutil.
Resultado positivo: tal vez crees ser el mayor pero si no fuera así, la energía va a cambiar de forma muy dramática, así como la manera de vivir la vida, porque se libera una carga gigantesca que llevabas.
Referencia: “5 maneras de parar el Sufrimiento, de Mónica Giraldo y Diana Campo”.