Las emociones desempeñan un papel muy importante puesto que pueden ayudarnos a calmar la mente y ver con claridad, siendo muchas veces la causa de nuestro sufrimiento psíquico. Algunas de ellas, como la rabia, el odio y la ira, reciben el nombre de emociones negativas, pero todas las emociones tienen una finalidad positiva.
La práctica del mindfulness hace que el proceso entre el desencadenante y la respuesta, la emoción, sea cada vez más larga.
El proceso es:
- Pararse
Para ello, las tres habilidades son las 3 C’s:
- Concentración: atención focalizada
- Conciencia: mindful
- Compasión: darnos cariño
La autocompasión nos aporta consuelo y serenidad a respuestas frecuentes como la autocrítica (soy un estúpido), el aislamiento (nos encogemos ante los demás) y la cavilación (por qué soy así).
Al aportarnos compasión, no damos amabilidad y conectamos con nuestro estado mindful. Hay evidencias científicas que la autocompasión viene asociada con el bienestar, la inteligencia emocional, la disminución de la ansiedad, la depresión, el enfado y el narcisismo.
CAMINOS HACIA LA AUTOCOMPASIÓN
- Físico: ablandar el cuerpo. Por ejemplo: la respiración, los baños caliente, el acariciar un perro, hacer ejercicio…
- Mental: concentración y meditación. Dejar que los pensamientos vayan y vengan.
- Emocional: hazte amigo de tus sentimientos y deja de evitarlos. Por ejemplo: escucha música, relájate, medita, ponte la mano en el corazón…
- Relacional: conéctate con otra persona. Por ejemplo: comparte comida, expresa gratitud a un amigo/a, haz voluntariado…
- Espiritual: deja de ser egoísta. Por ejemplo: con meditación, dar paseos por la naturaleza, haz un acto de caridad…
La finalidad es adquirir el hábito de responder con bondad hacia uno mismo cuando aparecen problemas en lugar de criticarnos.
LA PRESENCIA/TAO
No es fácil expresarlo en palabras, puesto que hay que vivirlo y experimentarlo. Lao Tse dice en el Tao Te Ching: “El Tao que puede expresarse con palabras no es el Tao verdadero”. Es un estado de excelencia. Estamos en el presente pero no perdemos de vista la presencia del observador. Emerge una nueva y más amplia identidad. La Presencia que todo lo observa.
EL ESPACIO
Surge un nuevo interior infinito, sin limites, eterno e inmutable. Más allá de las palabras, de los conceptos y la filosofía. El espacio surge cuando no se opone resistencia a la forma.
LA LUZ
Dice Nisargadatta Maharaj: “Es pura Conciencia que ser, sin ser ésto o aquello, sin ninguna auto-identificación con nada en particular o en general, en esa luz pura de la Conciencia no hay nada, ni siquiera la idea de nada, sólo hay luz”.
CONCLUSIÓN
Cuando la presencia late en nosotros, dejamos fluir sin oponer resistencia. Nos hacemos presentes en la realidad que vivimos, alineándonos con ella, acompañándola, dándole la importancia que tiene pero sin perder de vista que somos más que esa realidad que se despliega ante nosotros.
La vida es ahora, no se puede posponer. Hay que vivir el momento presente, no como un medio para llegar a otro, sino como un fin en sí mismo. Es el fluir de la vida. Entonces seremos capaces de no identificarnos con las experiencias. La práctica del mindfulness te hará experimentar cambios muy sutiles en la mente y la conducta, pero hará que surja una nueva sabiduría dentro de nosotros.
Dice el escritor Wayne Dyer: “El cambio puede suceder de muchas formas, puede ser un simple comentario o una coincidencia o un acontecimiento concreto, cualquier cosa, pero el resultado es siempre el mismo. Te das cuenta que no estás aquí para empujar a la vida y que sea una lucha constante, estás aquí para disfrutar y vivir en paz. Eso es lo que pasa cuando estás en el atardecer de la vida”.
Desidentificarse. Yo tengo la emoción pero no soy la emoción. Desapegarnos.
- Actuar o no
Estaremos en mejores condiciones para generar una respuesta según las circunstancias.
Imaginarse una metáfora nos puede ayudar durante la meditación. Por ejemplo, imaginarse a una madre meciendo a un niño que llora en sus brazos. El niño sería la emoción. O también, una nube que tapa el sol y poco a poco se deshace dejando pasar los rayos.
COMPASIÓN Y AUTOCOMPASIÓN
En ocasiones nos sentimos abrumados por las emociones. No estamos mindful. Luchamos contra nosotros mismos. No sólo nos sentimos mal, sino que creemos que somos malas personas. Ahí es cuando empezamos a dudar y a criticarnos.
Para ello, las tres habilidades son las 3 C’s:
- Concentración: atención focalizada
- Conciencia: mindful
- Compasión: darnos cariño
La autocompasión nos aporta consuelo y serenidad a respuestas frecuentes como la autocrítica (soy un estúpido), el aislamiento (nos encogemos ante los demás) y la cavilación (por qué soy así).
Al aportarnos compasión, no damos amabilidad y conectamos con nuestro estado mindful. Hay evidencias científicas que la autocompasión viene asociada con el bienestar, la inteligencia emocional, la disminución de la ansiedad, la depresión, el enfado y el narcisismo.
CAMINOS HACIA LA AUTOCOMPASIÓN
- Físico: ablandar el cuerpo. Por ejemplo: la respiración, los baños caliente, el acariciar un perro, hacer ejercicio…
- Mental: concentración y meditación. Dejar que los pensamientos vayan y vengan.
- Emocional: hazte amigo de tus sentimientos y deja de evitarlos. Por ejemplo: escucha música, relájate, medita, ponte la mano en el corazón…
- Relacional: conéctate con otra persona. Por ejemplo: comparte comida, expresa gratitud a un amigo/a, haz voluntariado…
- Espiritual: deja de ser egoísta. Por ejemplo: con meditación, dar paseos por la naturaleza, haz un acto de caridad…
La finalidad es adquirir el hábito de responder con bondad hacia uno mismo cuando aparecen problemas en lugar de criticarnos.
LA PRESENCIA/TAO
No es fácil expresarlo en palabras, puesto que hay que vivirlo y experimentarlo. Lao Tse dice en el Tao Te Ching: “El Tao que puede expresarse con palabras no es el Tao verdadero”. Es un estado de excelencia. Estamos en el presente pero no perdemos de vista la presencia del observador. Emerge una nueva y más amplia identidad. La Presencia que todo lo observa.
EL ESPACIO
Surge un nuevo interior infinito, sin limites, eterno e inmutable. Más allá de las palabras, de los conceptos y la filosofía. El espacio surge cuando no se opone resistencia a la forma.
LA LUZ
Dice Nisargadatta Maharaj: “Es pura Conciencia que ser, sin ser ésto o aquello, sin ninguna auto-identificación con nada en particular o en general, en esa luz pura de la Conciencia no hay nada, ni siquiera la idea de nada, sólo hay luz”.
CONCLUSIÓN
Cuando la presencia late en nosotros, dejamos fluir sin oponer resistencia. Nos hacemos presentes en la realidad que vivimos, alineándonos con ella, acompañándola, dándole la importancia que tiene pero sin perder de vista que somos más que esa realidad que se despliega ante nosotros.
La vida es ahora, no se puede posponer. Hay que vivir el momento presente, no como un medio para llegar a otro, sino como un fin en sí mismo. Es el fluir de la vida. Entonces seremos capaces de no identificarnos con las experiencias. La práctica del mindfulness te hará experimentar cambios muy sutiles en la mente y la conducta, pero hará que surja una nueva sabiduría dentro de nosotros.
Dice el escritor Wayne Dyer: “El cambio puede suceder de muchas formas, puede ser un simple comentario o una coincidencia o un acontecimiento concreto, cualquier cosa, pero el resultado es siempre el mismo. Te das cuenta que no estás aquí para empujar a la vida y que sea una lucha constante, estás aquí para disfrutar y vivir en paz. Eso es lo que pasa cuando estás en el atardecer de la vida”.
Tratarnos como un objeto valioso. Conectarnos con esa parte de nosotros que aún se mantiene íntegra y sana. También podemos recurrir a una figura conocida como un familiar o un guía religioso o espiritual.
- Soltar y dejar ir
Desidentificarse. Yo tengo la emoción pero no soy la emoción. Desapegarnos.
- Actuar o no
Estaremos en mejores condiciones para generar una respuesta según las circunstancias.
Imaginarse una metáfora nos puede ayudar durante la meditación. Por ejemplo, imaginarse a una madre meciendo a un niño que llora en sus brazos. El niño sería la emoción. O también, una nube que tapa el sol y poco a poco se deshace dejando pasar los rayos.
COMPASIÓN Y AUTOCOMPASIÓN
En ocasiones nos sentimos abrumados por las emociones. No estamos mindful. Luchamos contra nosotros mismos. No sólo nos sentimos mal, sino que creemos que somos malas personas. Ahí es cuando empezamos a dudar y a criticarnos.
Para ello, las tres habilidades son las 3 C’s:
- Concentración: atención focalizada
- Conciencia: mindful
- Compasión: darnos cariño
La autocompasión nos aporta consuelo y serenidad a respuestas frecuentes como la autocrítica (soy un estúpido), el aislamiento (nos encogemos ante los demás) y la cavilación (por qué soy así).
Al aportarnos compasión, no damos amabilidad y conectamos con nuestro estado mindful. Hay evidencias científicas que la autocompasión viene asociada con el bienestar, la inteligencia emocional, la disminución de la ansiedad, la depresión, el enfado y el narcisismo.
CAMINOS HACIA LA AUTOCOMPASIÓN
- Físico: ablandar el cuerpo. Por ejemplo: la respiración, los baños caliente, el acariciar un perro, hacer ejercicio…
- Mental: concentración y meditación. Dejar que los pensamientos vayan y vengan.
- Emocional: hazte amigo de tus sentimientos y deja de evitarlos. Por ejemplo: escucha música, relájate, medita, ponte la mano en el corazón…
- Relacional: conéctate con otra persona. Por ejemplo: comparte comida, expresa gratitud a un amigo/a, haz voluntariado…
- Espiritual: deja de ser egoísta. Por ejemplo: con meditación, dar paseos por la naturaleza, haz un acto de caridad…
La finalidad es adquirir el hábito de responder con bondad hacia uno mismo cuando aparecen problemas en lugar de criticarnos.
LA PRESENCIA/TAO
No es fácil expresarlo en palabras, puesto que hay que vivirlo y experimentarlo. Lao Tse dice en el Tao Te Ching: “El Tao que puede expresarse con palabras no es el Tao verdadero”. Es un estado de excelencia. Estamos en el presente pero no perdemos de vista la presencia del observador. Emerge una nueva y más amplia identidad. La Presencia que todo lo observa.
EL ESPACIO
Surge un nuevo interior infinito, sin limites, eterno e inmutable. Más allá de las palabras, de los conceptos y la filosofía. El espacio surge cuando no se opone resistencia a la forma.
LA LUZ
Dice Nisargadatta Maharaj: “Es pura Conciencia que ser, sin ser ésto o aquello, sin ninguna auto-identificación con nada en particular o en general, en esa luz pura de la Conciencia no hay nada, ni siquiera la idea de nada, sólo hay luz”.
CONCLUSIÓN
Cuando la presencia late en nosotros, dejamos fluir sin oponer resistencia. Nos hacemos presentes en la realidad que vivimos, alineándonos con ella, acompañándola, dándole la importancia que tiene pero sin perder de vista que somos más que esa realidad que se despliega ante nosotros.
La vida es ahora, no se puede posponer. Hay que vivir el momento presente, no como un medio para llegar a otro, sino como un fin en sí mismo. Es el fluir de la vida. Entonces seremos capaces de no identificarnos con las experiencias. La práctica del mindfulness te hará experimentar cambios muy sutiles en la mente y la conducta, pero hará que surja una nueva sabiduría dentro de nosotros.
Dice el escritor Wayne Dyer: “El cambio puede suceder de muchas formas, puede ser un simple comentario o una coincidencia o un acontecimiento concreto, cualquier cosa, pero el resultado es siempre el mismo. Te das cuenta que no estás aquí para empujar a la vida y que sea una lucha constante, estás aquí para disfrutar y vivir en paz. Eso es lo que pasa cuando estás en el atardecer de la vida”.
Que evolucione en nuestro interior. Crearemos un espacio interior.
- Darnos cariño
Tratarnos como un objeto valioso. Conectarnos con esa parte de nosotros que aún se mantiene íntegra y sana. También podemos recurrir a una figura conocida como un familiar o un guía religioso o espiritual.
- Soltar y dejar ir
Desidentificarse. Yo tengo la emoción pero no soy la emoción. Desapegarnos.
- Actuar o no
Estaremos en mejores condiciones para generar una respuesta según las circunstancias.
Imaginarse una metáfora nos puede ayudar durante la meditación. Por ejemplo, imaginarse a una madre meciendo a un niño que llora en sus brazos. El niño sería la emoción. O también, una nube que tapa el sol y poco a poco se deshace dejando pasar los rayos.
COMPASIÓN Y AUTOCOMPASIÓN
En ocasiones nos sentimos abrumados por las emociones. No estamos mindful. Luchamos contra nosotros mismos. No sólo nos sentimos mal, sino que creemos que somos malas personas. Ahí es cuando empezamos a dudar y a criticarnos.
Para ello, las tres habilidades son las 3 C’s:
- Concentración: atención focalizada
- Conciencia: mindful
- Compasión: darnos cariño
La autocompasión nos aporta consuelo y serenidad a respuestas frecuentes como la autocrítica (soy un estúpido), el aislamiento (nos encogemos ante los demás) y la cavilación (por qué soy así).
Al aportarnos compasión, no damos amabilidad y conectamos con nuestro estado mindful. Hay evidencias científicas que la autocompasión viene asociada con el bienestar, la inteligencia emocional, la disminución de la ansiedad, la depresión, el enfado y el narcisismo.
CAMINOS HACIA LA AUTOCOMPASIÓN
- Físico: ablandar el cuerpo. Por ejemplo: la respiración, los baños caliente, el acariciar un perro, hacer ejercicio…
- Mental: concentración y meditación. Dejar que los pensamientos vayan y vengan.
- Emocional: hazte amigo de tus sentimientos y deja de evitarlos. Por ejemplo: escucha música, relájate, medita, ponte la mano en el corazón…
- Relacional: conéctate con otra persona. Por ejemplo: comparte comida, expresa gratitud a un amigo/a, haz voluntariado…
- Espiritual: deja de ser egoísta. Por ejemplo: con meditación, dar paseos por la naturaleza, haz un acto de caridad…
La finalidad es adquirir el hábito de responder con bondad hacia uno mismo cuando aparecen problemas en lugar de criticarnos.
LA PRESENCIA/TAO
No es fácil expresarlo en palabras, puesto que hay que vivirlo y experimentarlo. Lao Tse dice en el Tao Te Ching: “El Tao que puede expresarse con palabras no es el Tao verdadero”. Es un estado de excelencia. Estamos en el presente pero no perdemos de vista la presencia del observador. Emerge una nueva y más amplia identidad. La Presencia que todo lo observa.
EL ESPACIO
Surge un nuevo interior infinito, sin limites, eterno e inmutable. Más allá de las palabras, de los conceptos y la filosofía. El espacio surge cuando no se opone resistencia a la forma.
LA LUZ
Dice Nisargadatta Maharaj: “Es pura Conciencia que ser, sin ser ésto o aquello, sin ninguna auto-identificación con nada en particular o en general, en esa luz pura de la Conciencia no hay nada, ni siquiera la idea de nada, sólo hay luz”.
CONCLUSIÓN
Cuando la presencia late en nosotros, dejamos fluir sin oponer resistencia. Nos hacemos presentes en la realidad que vivimos, alineándonos con ella, acompañándola, dándole la importancia que tiene pero sin perder de vista que somos más que esa realidad que se despliega ante nosotros.
La vida es ahora, no se puede posponer. Hay que vivir el momento presente, no como un medio para llegar a otro, sino como un fin en sí mismo. Es el fluir de la vida. Entonces seremos capaces de no identificarnos con las experiencias. La práctica del mindfulness te hará experimentar cambios muy sutiles en la mente y la conducta, pero hará que surja una nueva sabiduría dentro de nosotros.
Dice el escritor Wayne Dyer: “El cambio puede suceder de muchas formas, puede ser un simple comentario o una coincidencia o un acontecimiento concreto, cualquier cosa, pero el resultado es siempre el mismo. Te das cuenta que no estás aquí para empujar a la vida y que sea una lucha constante, estás aquí para disfrutar y vivir en paz. Eso es lo que pasa cuando estás en el atardecer de la vida”.
Cuál ha sido el desencadenante para detectar la causa. Darle nombre: tristeza, rabia… Eso hará que pierda fuerza.
- Aceptar la experiencia, permitir la emoción
Que evolucione en nuestro interior. Crearemos un espacio interior.
- Darnos cariño
Tratarnos como un objeto valioso. Conectarnos con esa parte de nosotros que aún se mantiene íntegra y sana. También podemos recurrir a una figura conocida como un familiar o un guía religioso o espiritual.
- Soltar y dejar ir
Desidentificarse. Yo tengo la emoción pero no soy la emoción. Desapegarnos.
- Actuar o no
Estaremos en mejores condiciones para generar una respuesta según las circunstancias.
Imaginarse una metáfora nos puede ayudar durante la meditación. Por ejemplo, imaginarse a una madre meciendo a un niño que llora en sus brazos. El niño sería la emoción. O también, una nube que tapa el sol y poco a poco se deshace dejando pasar los rayos.
COMPASIÓN Y AUTOCOMPASIÓN
En ocasiones nos sentimos abrumados por las emociones. No estamos mindful. Luchamos contra nosotros mismos. No sólo nos sentimos mal, sino que creemos que somos malas personas. Ahí es cuando empezamos a dudar y a criticarnos.
Para ello, las tres habilidades son las 3 C’s:
- Concentración: atención focalizada
- Conciencia: mindful
- Compasión: darnos cariño
La autocompasión nos aporta consuelo y serenidad a respuestas frecuentes como la autocrítica (soy un estúpido), el aislamiento (nos encogemos ante los demás) y la cavilación (por qué soy así).
Al aportarnos compasión, no damos amabilidad y conectamos con nuestro estado mindful. Hay evidencias científicas que la autocompasión viene asociada con el bienestar, la inteligencia emocional, la disminución de la ansiedad, la depresión, el enfado y el narcisismo.
CAMINOS HACIA LA AUTOCOMPASIÓN
- Físico: ablandar el cuerpo. Por ejemplo: la respiración, los baños caliente, el acariciar un perro, hacer ejercicio…
- Mental: concentración y meditación. Dejar que los pensamientos vayan y vengan.
- Emocional: hazte amigo de tus sentimientos y deja de evitarlos. Por ejemplo: escucha música, relájate, medita, ponte la mano en el corazón…
- Relacional: conéctate con otra persona. Por ejemplo: comparte comida, expresa gratitud a un amigo/a, haz voluntariado…
- Espiritual: deja de ser egoísta. Por ejemplo: con meditación, dar paseos por la naturaleza, haz un acto de caridad…
La finalidad es adquirir el hábito de responder con bondad hacia uno mismo cuando aparecen problemas en lugar de criticarnos.
LA PRESENCIA/TAO
No es fácil expresarlo en palabras, puesto que hay que vivirlo y experimentarlo. Lao Tse dice en el Tao Te Ching: “El Tao que puede expresarse con palabras no es el Tao verdadero”. Es un estado de excelencia. Estamos en el presente pero no perdemos de vista la presencia del observador. Emerge una nueva y más amplia identidad. La Presencia que todo lo observa.
EL ESPACIO
Surge un nuevo interior infinito, sin limites, eterno e inmutable. Más allá de las palabras, de los conceptos y la filosofía. El espacio surge cuando no se opone resistencia a la forma.
LA LUZ
Dice Nisargadatta Maharaj: “Es pura Conciencia que ser, sin ser ésto o aquello, sin ninguna auto-identificación con nada en particular o en general, en esa luz pura de la Conciencia no hay nada, ni siquiera la idea de nada, sólo hay luz”.
CONCLUSIÓN
Cuando la presencia late en nosotros, dejamos fluir sin oponer resistencia. Nos hacemos presentes en la realidad que vivimos, alineándonos con ella, acompañándola, dándole la importancia que tiene pero sin perder de vista que somos más que esa realidad que se despliega ante nosotros.
La vida es ahora, no se puede posponer. Hay que vivir el momento presente, no como un medio para llegar a otro, sino como un fin en sí mismo. Es el fluir de la vida. Entonces seremos capaces de no identificarnos con las experiencias. La práctica del mindfulness te hará experimentar cambios muy sutiles en la mente y la conducta, pero hará que surja una nueva sabiduría dentro de nosotros.
Dice el escritor Wayne Dyer: “El cambio puede suceder de muchas formas, puede ser un simple comentario o una coincidencia o un acontecimiento concreto, cualquier cosa, pero el resultado es siempre el mismo. Te das cuenta que no estás aquí para empujar a la vida y que sea una lucha constante, estás aquí para disfrutar y vivir en paz. Eso es lo que pasa cuando estás en el atardecer de la vida”.
Percibir con detalle la emoción. Como nos late el corazón, la presión en el pecho, la tensión en el vientre… Observar cómo poco a poco va disminuyendo.
- Tomar conciencia
Cuál ha sido el desencadenante para detectar la causa. Darle nombre: tristeza, rabia… Eso hará que pierda fuerza.
- Aceptar la experiencia, permitir la emoción
Que evolucione en nuestro interior. Crearemos un espacio interior.
- Darnos cariño
Tratarnos como un objeto valioso. Conectarnos con esa parte de nosotros que aún se mantiene íntegra y sana. También podemos recurrir a una figura conocida como un familiar o un guía religioso o espiritual.
- Soltar y dejar ir
Desidentificarse. Yo tengo la emoción pero no soy la emoción. Desapegarnos.
- Actuar o no
Estaremos en mejores condiciones para generar una respuesta según las circunstancias.
Imaginarse una metáfora nos puede ayudar durante la meditación. Por ejemplo, imaginarse a una madre meciendo a un niño que llora en sus brazos. El niño sería la emoción. O también, una nube que tapa el sol y poco a poco se deshace dejando pasar los rayos.
COMPASIÓN Y AUTOCOMPASIÓN
En ocasiones nos sentimos abrumados por las emociones. No estamos mindful. Luchamos contra nosotros mismos. No sólo nos sentimos mal, sino que creemos que somos malas personas. Ahí es cuando empezamos a dudar y a criticarnos.
Para ello, las tres habilidades son las 3 C’s:
- Concentración: atención focalizada
- Conciencia: mindful
- Compasión: darnos cariño
La autocompasión nos aporta consuelo y serenidad a respuestas frecuentes como la autocrítica (soy un estúpido), el aislamiento (nos encogemos ante los demás) y la cavilación (por qué soy así).
Al aportarnos compasión, no damos amabilidad y conectamos con nuestro estado mindful. Hay evidencias científicas que la autocompasión viene asociada con el bienestar, la inteligencia emocional, la disminución de la ansiedad, la depresión, el enfado y el narcisismo.
CAMINOS HACIA LA AUTOCOMPASIÓN
- Físico: ablandar el cuerpo. Por ejemplo: la respiración, los baños caliente, el acariciar un perro, hacer ejercicio…
- Mental: concentración y meditación. Dejar que los pensamientos vayan y vengan.
- Emocional: hazte amigo de tus sentimientos y deja de evitarlos. Por ejemplo: escucha música, relájate, medita, ponte la mano en el corazón…
- Relacional: conéctate con otra persona. Por ejemplo: comparte comida, expresa gratitud a un amigo/a, haz voluntariado…
- Espiritual: deja de ser egoísta. Por ejemplo: con meditación, dar paseos por la naturaleza, haz un acto de caridad…
La finalidad es adquirir el hábito de responder con bondad hacia uno mismo cuando aparecen problemas en lugar de criticarnos.
LA PRESENCIA/TAO
No es fácil expresarlo en palabras, puesto que hay que vivirlo y experimentarlo. Lao Tse dice en el Tao Te Ching: “El Tao que puede expresarse con palabras no es el Tao verdadero”. Es un estado de excelencia. Estamos en el presente pero no perdemos de vista la presencia del observador. Emerge una nueva y más amplia identidad. La Presencia que todo lo observa.
EL ESPACIO
Surge un nuevo interior infinito, sin limites, eterno e inmutable. Más allá de las palabras, de los conceptos y la filosofía. El espacio surge cuando no se opone resistencia a la forma.
LA LUZ
Dice Nisargadatta Maharaj: “Es pura Conciencia que ser, sin ser ésto o aquello, sin ninguna auto-identificación con nada en particular o en general, en esa luz pura de la Conciencia no hay nada, ni siquiera la idea de nada, sólo hay luz”.
CONCLUSIÓN
Cuando la presencia late en nosotros, dejamos fluir sin oponer resistencia. Nos hacemos presentes en la realidad que vivimos, alineándonos con ella, acompañándola, dándole la importancia que tiene pero sin perder de vista que somos más que esa realidad que se despliega ante nosotros.
La vida es ahora, no se puede posponer. Hay que vivir el momento presente, no como un medio para llegar a otro, sino como un fin en sí mismo. Es el fluir de la vida. Entonces seremos capaces de no identificarnos con las experiencias. La práctica del mindfulness te hará experimentar cambios muy sutiles en la mente y la conducta, pero hará que surja una nueva sabiduría dentro de nosotros.
Dice el escritor Wayne Dyer: “El cambio puede suceder de muchas formas, puede ser un simple comentario o una coincidencia o un acontecimiento concreto, cualquier cosa, pero el resultado es siempre el mismo. Te das cuenta que no estás aquí para empujar a la vida y que sea una lucha constante, estás aquí para disfrutar y vivir en paz. Eso es lo que pasa cuando estás en el atardecer de la vida”.
Hacer una pausa y concentrar la atención en la emoción. De este modo, suele impulsarnos a no actuar de manera irreflexiva e impetuosa.
- Respirar y serenarse
Percibir con detalle la emoción. Como nos late el corazón, la presión en el pecho, la tensión en el vientre… Observar cómo poco a poco va disminuyendo.
- Tomar conciencia
Cuál ha sido el desencadenante para detectar la causa. Darle nombre: tristeza, rabia… Eso hará que pierda fuerza.
- Aceptar la experiencia, permitir la emoción
Que evolucione en nuestro interior. Crearemos un espacio interior.
- Darnos cariño
Tratarnos como un objeto valioso. Conectarnos con esa parte de nosotros que aún se mantiene íntegra y sana. También podemos recurrir a una figura conocida como un familiar o un guía religioso o espiritual.
- Soltar y dejar ir
Desidentificarse. Yo tengo la emoción pero no soy la emoción. Desapegarnos.
- Actuar o no
Estaremos en mejores condiciones para generar una respuesta según las circunstancias.
Imaginarse una metáfora nos puede ayudar durante la meditación. Por ejemplo, imaginarse a una madre meciendo a un niño que llora en sus brazos. El niño sería la emoción. O también, una nube que tapa el sol y poco a poco se deshace dejando pasar los rayos.
COMPASIÓN Y AUTOCOMPASIÓN
En ocasiones nos sentimos abrumados por las emociones. No estamos mindful. Luchamos contra nosotros mismos. No sólo nos sentimos mal, sino que creemos que somos malas personas. Ahí es cuando empezamos a dudar y a criticarnos.
Para ello, las tres habilidades son las 3 C’s:
- Concentración: atención focalizada
- Conciencia: mindful
- Compasión: darnos cariño
La autocompasión nos aporta consuelo y serenidad a respuestas frecuentes como la autocrítica (soy un estúpido), el aislamiento (nos encogemos ante los demás) y la cavilación (por qué soy así).
Al aportarnos compasión, no damos amabilidad y conectamos con nuestro estado mindful. Hay evidencias científicas que la autocompasión viene asociada con el bienestar, la inteligencia emocional, la disminución de la ansiedad, la depresión, el enfado y el narcisismo.
CAMINOS HACIA LA AUTOCOMPASIÓN
- Físico: ablandar el cuerpo. Por ejemplo: la respiración, los baños caliente, el acariciar un perro, hacer ejercicio…
- Mental: concentración y meditación. Dejar que los pensamientos vayan y vengan.
- Emocional: hazte amigo de tus sentimientos y deja de evitarlos. Por ejemplo: escucha música, relájate, medita, ponte la mano en el corazón…
- Relacional: conéctate con otra persona. Por ejemplo: comparte comida, expresa gratitud a un amigo/a, haz voluntariado…
- Espiritual: deja de ser egoísta. Por ejemplo: con meditación, dar paseos por la naturaleza, haz un acto de caridad…
La finalidad es adquirir el hábito de responder con bondad hacia uno mismo cuando aparecen problemas en lugar de criticarnos.
LA PRESENCIA/TAO
No es fácil expresarlo en palabras, puesto que hay que vivirlo y experimentarlo. Lao Tse dice en el Tao Te Ching: “El Tao que puede expresarse con palabras no es el Tao verdadero”. Es un estado de excelencia. Estamos en el presente pero no perdemos de vista la presencia del observador. Emerge una nueva y más amplia identidad. La Presencia que todo lo observa.
EL ESPACIO
Surge un nuevo interior infinito, sin limites, eterno e inmutable. Más allá de las palabras, de los conceptos y la filosofía. El espacio surge cuando no se opone resistencia a la forma.
LA LUZ
Dice Nisargadatta Maharaj: “Es pura Conciencia que ser, sin ser ésto o aquello, sin ninguna auto-identificación con nada en particular o en general, en esa luz pura de la Conciencia no hay nada, ni siquiera la idea de nada, sólo hay luz”.
CONCLUSIÓN
Cuando la presencia late en nosotros, dejamos fluir sin oponer resistencia. Nos hacemos presentes en la realidad que vivimos, alineándonos con ella, acompañándola, dándole la importancia que tiene pero sin perder de vista que somos más que esa realidad que se despliega ante nosotros.
La vida es ahora, no se puede posponer. Hay que vivir el momento presente, no como un medio para llegar a otro, sino como un fin en sí mismo. Es el fluir de la vida. Entonces seremos capaces de no identificarnos con las experiencias. La práctica del mindfulness te hará experimentar cambios muy sutiles en la mente y la conducta, pero hará que surja una nueva sabiduría dentro de nosotros.
Dice el escritor Wayne Dyer: “El cambio puede suceder de muchas formas, puede ser un simple comentario o una coincidencia o un acontecimiento concreto, cualquier cosa, pero el resultado es siempre el mismo. Te das cuenta que no estás aquí para empujar a la vida y que sea una lucha constante, estás aquí para disfrutar y vivir en paz. Eso es lo que pasa cuando estás en el atardecer de la vida”.