Biodescodificación y Constelaciones.
Hay síntomas que no caben en ningún diagnóstico.
Historias que te remueven desde el primer segundo como cuando te escriben: “Escucho ruidos que nadie más oye”
Y quiero darte la explicación desde la Biodescodificación y las Constelaciones.
Te resumo aquí lo que María nos escribió al consultorio.
“Por las noches, escucho ruidos que nadie más oye. Como si viviera dentro de una caverna. Me duele usar auriculares. No soporto los susurros. Y aunque cierre los ojos, sigo viendo claridad. No puedo dormir si no me tapo los ojos por completo.”
Lo ha sentido desde niña.
Y nadie —nadie— ha sabido decirle por qué.
Hasta ahora.
Quizás tú también hayas vivido algo que nadie más entiende.
Síntomas que no encajan. Sensaciones que no tienen nombre. Diagnósticos que no llegan…
Pero ahí están. No se van. Te acompañan en silencio. Y a ello se suma la incompresión de tu entorno.
¿Quieres conocer este caso desde la Biodescodificación y Constelaciones? Te lo cuento con detalle en el video. Adelante:
Puedes escuchar nuestro episodio en Spotify:
Cuando el cuerpo no “falla”, sino que protege
Desde fuera, su experiencia podría parecer un misterio médico.
Pero desde la biodescodificación, lo que vive María tiene un sentido. Profundo, biológico y emocional.
Porque el cuerpo no falla. El cuerpo protege.
Y lo hace con lo que tiene: con síntomas, con señales, con códigos que no siempre entendemos… pero que están ahí por una razón.
En su caso, los síntomas aparecen de noche, en silencio, cuando todo se apaga.
Y ahí empieza todo.
¿Qué guarda la noche?
La noche, para el inconsciente, representa lo oscuro, lo misterioso, lo no dicho.
Lo que se esconde. Lo que no se ve.
Si alguna vez –en su historia o en la de su sistema familiar– hubo algo vivido como una amenaza durante la noche, el cuerpo de María pudo registrar ese momento como un peligro biológico.
Y cada vez que la noche llega… se activa.
Esto no es magia. Es pura lógica emocional.
Es el cuerpo diciendo:
“Alerta. Ya hemos estado aquí. Cuidado.”
“Escucho ruidos que nadie más oye”
Cuando María me contó que no puede usar auriculares, que no soporta los susurros, que todo le retumba…
entendí enseguida: su sistema auditivo está hipersensible, funcionando como un radar encendido todo el tiempo.
Esto es lo que llamamos una constelación auditiva.
Una combinación de conflictos que provoca distorsiones: ruidos, ecos, presión, incluso miedo al sonido.
No es que esté “loca”.
Es que su cuerpo está intentando detectar algo que fue vivido como una amenaza.
Y si nadie lo ve, si nadie lo valida… el cuerpo insiste.
Ojos que no pueden “apagarse”
Lo mismo pasa con la visión.
Cuando alguien no deja de ver la claridad al cerrar los ojos, algo está activo en la parte del cerebro que gestiona la vista.
La corteza occipital.
Y ahí suelen aparecer conflictos como:
-
“Siento que algo me persigue.”
-
“No puedo dejar de ver.”
-
“Tengo miedo de lo que hay detrás.”
Lo más profundo de todo esto es que su cuerpo está intentando ver en la oscuridad, por si acaso.
Como si todavía existiera un peligro… aunque ya no esté.
¿Desde cuándo?
María dice que le pasa “desde siempre”.
Y eso es muy revelador.
Porque cuando algo aparece desde tan temprano, lo primero que exploramos es si esa información está en su proyecto sentido (lo que vivió su madre en el embarazo, el parto, los primeros años).
Y si ahí no aparece nada…
entonces vamos más atrás.
Al transgeneracional.
A esas historias que no se contaron, pero que siguen vivas en el cuerpo.
Duelos sin hacer. Secretos que se silenciaron. Miedos heredados.
Y el cuerpo… lo cuenta todo.
A su manera.
¿Cómo se trabaja todo esto? Biodescodificación y Constelaciones
No se trata de eliminar el síntoma.
Ni de apagar el ruido.
Se trata de escuchar lo que ese ruido está diciendo.
Y eso es lo que hacemos con el Método NoeBo:
- Usamos la hipnosis clínica para acceder a la raíz sin pasar por el filtro mental.
- Aplicamos biodescodificación emocional para comprender el sentido del síntoma.
- Trabajamos con el inconsciente familiar para liberar lo que no le pertenece a la persona, pero que sigue activo.
- Y reprogramamos el sistema nervioso para que el cuerpo entienda que ya no tiene que estar en alerta.
Cuando el cuerpo comprende… se suelta.
Y empieza a sanar.
Si te pasa algo parecido…
Tal vez no escuches ruidos.
Tal vez es un dolor. Un insomnio. Una angustia que va y viene.
Pero algo en ti sabe que no es casualidad.
💬 Si quieres que te acompañemos, puedes escribirnos aquí.
Aquí no se juzga.
Aquí se escucha.
Y se honra la historia que tu cuerpo está contando.
Gracias por confiar.
Gracias por sentir.
Gracias por seguir preguntándote: ¿qué hay detrás de esto que me pasa?
Si necesitas acompañamiento, escríbenos.
Con todo mi cariño.