Donde termina la espalda… comienza el grito del alma.
Hay dolores que no solo se sienten en el cuerpo. Se arrastran por dentro, queman por momentos, paralizan sin previo aviso.
Y aunque les pongamos nombre —ciática, lumbalgia, hernia discal— muchas veces no entendemos qué nos están diciendo realmente.
Y aquí es donde te invito a mirar más profundo:
¿Y si ese dolor no fuera solo un problema físico?
¿Y si fuera la forma más cruda y certera que tiene tu cuerpo de pedirte auxilio emocional?
Desde la mirada psicosomática y el enfoque que utilizo en Biodescodificación Clínica, la ciática no es solo una inflamación del nervio: es una historia no dicha que se quedó atrapada en tu cuerpo, pidiendo salir. Una vivencia que, al no poder resolverse a nivel consciente, se expresa justo donde ya no puedes avanzar más.
Muchas de las personas que acompaño llegan con una sensación clara pero difícil de explicar. Me dicen que sienten una especie de calambre que baja desde la espalda por una pierna, a veces como un ardor profundo, otras como un hormigueo persistente que les impide caminar con normalidad. Algunas notan la pierna adormecida, otras hablan de debilidad muscular o una sensación de tirantez que no desaparece. Hay días en los que duele al moverse, y otros, donde el dolor aparece justo al intentar descansar.
Y aunque en muchos casos hay una causa física clara, como una hernia discal o una tensión muscular, cuando el cuerpo sigue doliendo incluso después del tratamiento físico… es momento de mirar más allá.
Ya puedes conocer más sobre la Biodescodificación de la Ciática en nuestro Vlog en YouTube:
Aquí puedes escuchar el podcast de Noelia sobre la Ciática:
¿Qué es exactamente el dolor ciático?
Muchas personas me cuentan que su dolor comenzó como algo puntual, pero con el tiempo se volvió limitante.
Lo describen como una corriente eléctrica que recorre la pierna, o como una quemazón que no les deja caminar, estar sentados, ni descansar tranquilos.
Algunos lo sienten como una pierna dormida, otros como una sensación de que el cuerpo no les sostiene.
Y a pesar de haber probado fisioterapia, medicación o descanso, el síntoma persiste… porque el mensaje emocional sigue ahí.
El conflicto emocional detrás de la ciática
En Biodescodificación partimos de esta verdad: el cuerpo no se equivoca, se adapta a lo que no se puede expresar.
La ciática aparece muy frecuentemente en personas que viven en lucha constante entre avanzar y sostener.
Cuando el dolor se manifiesta en la pierna derecha, muchas veces está vinculado al miedo a no poder mantenerse por sí mismas, miedo al futuro económico, a la supervivencia.
Si se presenta en la pierna izquierda, suele relacionarse con la angustia de no poder sostener a los seres queridos, de no estar cumpliendo con lo que otros esperan de ti.
En ambos casos, se produce una batalla interna:
“Quiero seguir adelante, pero ya no puedo más.”
Y es ahí donde el cuerpo te frena. No por castigo, sino porque necesita protegerte de ti misma.
Las vértebras nos dan pistas
El nervio ciático atraviesa zonas muy simbólicas del cuerpo. Cada vértebra nos habla:
Cuando el conflicto se localiza en L5 y S1, suele haber implicadas situaciones de duelo, pérdida, separación o grandes cambios familiares.
Recuerdo a Francisco, que empezó con ciática tras el fallecimiento de su abuelo. Además del dolor emocional, tuvo que hacerse cargo solo de todos los gastos. Su cuerpo no solo sostenía emociones: sostenía toda una carga.
En cambio, cuando el dolor parte de L4 y L5, suele haber exigencias internas, normas que nos imponemos, deberes que cargamos sin cuestionar.
Verónica, por ejemplo, desarrolló ciática tras asumir un segundo empleo para ayudar a su familia. Estaba agotada, pero no sabía cómo parar sin sentirse culpable.
Las fases del conflicto
Desde la biología emocional, entendemos que el cuerpo vive los procesos en fases.
Primero está la fase activa del conflicto, donde el estrés se mantiene y el cuerpo resiste. Aquí el dolor puede aumentar con el movimiento.
Luego viene la fase de reparación, cuando empezamos a soltar, y paradójicamente… el dolor aparece en reposo.
Es entonces cuando puede surgir la epicrisis: ese momento intenso donde el cuerpo libera de golpe lo acumulado. Muchas veces se siente como un calambre fuerte, una descarga… pero es una parte necesaria de la sanación.
No estás empeorando. Estás reparando.
¿Por qué recaigo?
Una de las cosas que más escucho es:
“Cada vez que me planteo cambiar de vida… me vuelve el dolor.”
Y no es casualidad. Es una protección.
Javier, por ejemplo, sufría ciática cada vez que pensaba en dejar su trabajo. Su cuerpo le decía: “Aquí al menos estás a salvo. No te muevas.”
Pero quedarse también duele.
Por eso es tan importante acompañar el proceso emocional, para que tu cuerpo pueda avanzar contigo, y no en contra tuya.
El resentir más profundo
He visto a tantas personas seguir adelante con una sonrisa, cuando por dentro estaban rotas, agotadas, sobrepasadas.
Personas que sostienen a todos menos a sí mismas, que viven atrapadas en el personaje de la fuerte, la que puede con todo, la que nunca se detiene.
Y el cuerpo, que no tolera esa incoherencia, acaba gritando lo que tú callas.
El camino hacia la sanación
Sanar no es simplemente dejar de doler.
Es soltar lo que ya no puedes ni debes sostener.
Es mirar con honestidad y preguntarte:
¿Qué camino estoy recorriendo que no es mío?
¿Qué cargas ya no me corresponden?
¿Qué gasto emocional estoy pagando con mi cuerpo?
Desde el Método NoeBo, trabajamos con herramientas que no solo alivian, sino que transforman:
Visualizaciones guiadas para soltar lo que no te pertenece
Hipnosis Clínica e Hipnoanálisis, para acceder a lo que no se puede decir con palabras
Reprogramación de creencias que te mantienen atada al deber, la culpa o el sacrificio
Y afirmaciones que sanan, como:
“Tengo derecho a detenerme. El amor no es deuda. Hoy elijo avanzar desde mi verdad.”
Reflexión final
La ciática no es una debilidad.
Es un mensaje poderoso, una llamada de tu cuerpo a parar y escucharte de verdad.
No viene a castigarte, sino a cuidarte.
Y cuando empiezas a tratarla desde ahí, el dolor ya no es enemigo. Es un guía.
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Porque a veces, una sola frase puede hacerte entender lo que tu cuerpo lleva años intentando decirte.
Con amor y escucha.
1 comentario en «Biodescodificación de la Ciática.»
Excelente lo comparto