El diagnóstico de cáncer a menudo viene acompañado de miedo, confusión y cansancio por los tratamientos. Y cuando, después de la primera batalla, llega la palabra metástasis, todo suena a sentencia. Para la medicina tradicional, la metástasis es la propagación de células cancerosas que se desprenden del tumor original, viajan por sangre o por linfa y colonizan otros órganos. Pero cuando se miran de cerca los mecanismos biológicos, aparecen contradicciones: las células están firmemente ancladas a sus tejidos, el sistema inmunitario elimina lo extraño de la circulación y la diferenciación celular es irreversible. Entonces, ¿qué estamos creyendo ciegamente?
La teoría ortodoxa de la metástasis se basa más en la reiteración de un dogma que en evidencias. Lo que la medicina reconoce como metástasis puede interpretarse como la emergencia de nuevos procesos biológicos y no como una simple expansión celular.
Biodescodificación y las 5 Leyes Biológicas: otra forma de ver la metástasis
Desde la Biodescodificación Clínica y las 5 Leyes Biológicas de Hamer, la metástasis no es una invasión celular, sino la puesta en marcha de nuevos programas de supervivencia. Estos se inician después de un segundo shock biológico, como por ejemplo, el de diagnóstico o de pronóstico. El miedo a la muerte, la desvalorización después de una cirugía o una pérdida pueden manifestarse en nuevos tumores que expresan conflictos emocionales no resueltos.
Cada lugar secundario tendría un equivalente emocional:
- Huesos: desvalorización intensa («Ya no sirvo para nada»).
- Pulmones: miedo a morir («Me voy a morir»).
- Hígado: miedo a la falta («Sino trabajo, habrá carencia en mi hogar»).
- Riñones: soledad existencial («Estoy solo»).
- Piel: agresión («Me amputaron la mama»).
De este modo, los llamados «cánceres secundarios» serían reacciones autónomas del organismo, en consonancia con la vivencia emocional del afectado.
Del miedo a la comprensión: caminos para acompañar la sanación
Más que un enemigo a destruir, la metástasis es un mensaje biológico según la biodescodificación. Cada nuevo tumor es un nuevo intento del cuerpo de adaptarse a un conflicto extremo. Por eso, es importante abordar el conflicto primario y los secundarios que se derivan del diagnóstico y el temor.
Algunas herramientas de apoyo son:
- Recodificar la forma de ver el cáncer como un proceso significativo.
- Usar la meditación guiada o la hipnosis clínica para superar el miedo a la muerte.
- Usar cartas de duelo o resignificación para trabajar pérdidas y desarraigos.
- Realizar afirmaciones sanadoras como: «Mi diagnóstico no es mi destino» o «Creo que mi cuerpo sabe cómo curarse».
Más allá del sufrimiento, esta perspectiva abre un horizonte de esperanza: la metástasis no sería una sentencia, sino una invitación del cuerpo a resolver conflictos internos y recuperar la fe en su capacidad de autorregulación.
Si sientes que este mensaje resuena contigo, te invito a explorar más sobre nuestras terapias en NoeBo.