De la biología a la conciencia.
En los últimos años, hemos visto cómo las cifras de cáncer han ido en aumento, y la situación es realmente preocupante. En 2022, la American Cancer Society reportó más de 20 millones de nuevos diagnósticos, y se prevé que para el 2050 esa cifra podría superar los 35 millones anuales. Esto representa un aumento del 77% a nivel mundial. Estas cifras nos impactan y nos hacen reflexionar: ¿qué está pasando en nuestra sociedad? ¿Solo se trata de genética y ambiente, o hay algo más en cómo sentimos, vivimos y enfrentamos nuestras experiencias?
Cambiemos nuestra forma de ver el cáncer.
Te propongo que cambiemos nuestra forma de ver el cáncer. En lugar de considerarlo simplemente como un enemigo a vencer, ¿y si lo vemos como un proceso que tiene un significado? Puede ser una señal del cuerpo y del alma que nos invita a comprendernos mejor.
A menudo, nos han enseñado que la enfermedad es un fallo del cuerpo, algo que debemos erradicar a toda costa. Sin embargo, desde la Biodescodificación (Nueva Medicina Germana), entendemos que el cáncer es parte de un Programa Biológico de Supervivencia (PBS). Nuestro cuerpo lo activa en momentos de shock biológicos, cuando nos enfrentamos a situaciones insoportables, inesperadas y solitarias, donde sentimos que no podemos expresarnos.
En este contexto, la enfermedad no es un castigo ni una condena, sino más bien un intento del cuerpo por sobrevivir, respondiendo a un impacto emocional profundo y buscando recuperar un equilibrio que se ha visto amenazado.
Relacion entre conflicto y órgano.
Es por ello, que el lenguaje de nuestros órganos también juega un papel crucial. Cada órgano tiene una conexión con un tipo específico de conflicto emocional. Veamos algunos ejemplos:
- Lo pulmones: reflejan un miedo intenso a morir, a la asfixia o a la invasión.
- Las glándulas mamarias: responde frente a conflictos de preocupación en el nido o separación.
- Los huesos: están relacionados con una profunda desvalorización, con la sensación de “ya no sirvo” “no me siento apto”.
- La piel: se asocia a conflictos de ruptura de contacto, ataque o desvalorización estética.
Estas relaciones entre conflicto y órgano no son simples coincidencias, puesto que están relacionadas con la evolución de la especie y la embriología. Cada capa embrionaria que dio origen a nuestros órganos guarda memorias biológicas que nos acompañan desde el inicio de la vida. Lo que hoy entendemos como cáncer, en muchos casos, es un eco de esos programas ancestrales de supervivencia.
Un ejemplo claro de esto es el caso de una mujer que desarrolló cáncer en la mama izquierda tras sentir que no había podido proteger a su hijo cuando estuvo a punto de perderlo en un accidente. En terapia, pudo identificar ese dolor, expresarlo y resignificarlo. Fue entonces cuando su cuerpo comenzó un proceso de reparación.
Nuestras emociones impactan directamente en nuestra biología.
En las enfermedades oncológicas, el miedo juega un papel crucial. Cuando alguien recibe un diagnóstico de cáncer, la primera emoción que le impacta es el miedo. Este sentimiento puede paralizarnos, contraernos y sumergirnos en un estado de alerta constante, lo que puede empeorar la situación
La psicooncología, la epigenética y la biología celular nos enseñan que nuestras emociones impactan directamente en nuestra biología. El biólogo Bruce Lipton lo resumió de manera efectiva: “El miedo contrae, el amor expande. Cada pensamiento cambia tu biología”.
Por eso, el primer paso hacia la sanación es salir del miedo. Esto no significa negar la enfermedad o dejar de lado el tratamiento médico, sino vivirlo con una nueva conciencia: apoyando al cuerpo desde el amor, la paz y la coherencia interna.
No somos solo un cuerpo físico
El Método NoeBo se basa en la idea de que el ser humano es una totalidad indivisible. No somos solo un cuerpo físico; también somos emoción, pensamiento y energía.
- Cuerpo físico: es el cuerpo biológico y tiene un lenguaje particular que debemos saber escuchar. Éste se manifiesta a través del síntoma y la enfermedad.
- Cuerpo emocional: el universo de nuestras emociones que se expresan como respuesta a nuestro mundo interior. Regido por nuestras fortalezas, pero también por nuestras heridas, carencias y necesidades no expresadas
- Cuerpo psíquico: refleja nuestros valores, creencias y formas de ser de nuestra personalidad.
- Cuerpo energético: conecta a todos los demás, abriendo la puerta a la conciencia y a la sabiduría ancestral.
Cuando acompañamos a alguien en su proceso de cáncer, no buscamos luchar contra el cuerpo, sino escucharlo. A través de un proceso breve y profundo, ayudamos a identificar el conflicto emocional, resignificar la experiencia y activar el poder interior de la sanación. Como decía Carl G.Jung: “La enfermedad vienen a sanar”.
El cáncer puede verse como un maestro que nos recuerda que algo en nuestra vida necesita transformarse.
No eres tu diagnóstico; eres la conciencia capaz de reescribir tu historia.
El camino hacia la sanación comienza cuando dejamos de luchar contra el cuerpo y empezamos a escucharlo con amor, respeto y compasión. Si estás atravesando un proceso de cáncer, recuerda que no estás solo. Hay caminos, hay alma y, sobre todo, hay amor.
Puedes complementar tu tratamiento médico con un trabajo terapéutico profundo que te ayude a liberar bloqueos emocionales y recuperar tu poder interior. En el Método NoeBo, estamos contigo para acompañarte en ese viaje hacia la coherencia y la sanación.
Si sientes que este mensaje resuena contigo, te invito a explorar más sobre nuestras terapias en NoeBo.